Aqui les dejo una buena canción de la agrupación «Aterciopelados» que nos da un mensaje que poodemos vivir no solo esta cuaresma, sino toda nuestra vida.
¡Que Dios los bendiga!
Luis Bernardo.
Jonás predicando en Ninive.
Por segunda vez la palabra de Yavé llegó a Jonás y le dijo: «Levántate, vete a Nínive, la gran ciudad, y anuncia lo que yo te diga.» Se levantó Jonás y fue a Nínive, como se lo había ordenado Yavé.
Nínive era una ciudad muy grande. Se necesitaban tres días para atravesarla. Jonás entró en la ciudad e hizo un día de camino pregonando: «Dentro de cuarenta días Nínive será destruida.» Los ninivitas creyeron en la advertencia de Dios y ordenaron un ayuno, y se vistieron de saco desde el mayor al menor. La noticia llegó hasta el rey de Nínive, que se levantó de su trono, se quitó el manto, se vistió de saco y se sentó sobre cenizas.
Luego hizo publicar esta orden en Nínive: «Hombres y bestias no comerán ni beberán nada. Que se vistan de saco y clamen a Dios insistentemente. Que cada uno se corrija de su mala conducta y de sus malas obras. ¿Quién sabe si Dios se arrepentirá y cesará su enojo, de manera que no nos haga morir?» Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían arrepentido de su mala conducta, se arrepintió él también y no los castigó como los había amenazado.
REFLEXIÓN
Jesús tu mejor amigo
Hoy te invito a levantarte y a que te des cuenta en el lugar donde te encuentres, de que, el regalo más grande que le puedes hacer a Jesús es arrepentirte y confesarte, Él no es alguien castigador como lo muestran las personas, por el contrario es alguien creativo que se las ingenia para estar contigo, tu lo abandonas en los peores momentos de tu vida pero el aprovecha estos momentos al máximo pues te carga sin que tu se lo pidas, estos cuarenta días quiere hablarte al corazón, saca de él todo aquello que te lo impida y date la oportunidad de sentir y vivir a Cristo.
Dios te hizo libre y desea sacarte de la esclavitud del pecado, hoy saca cinco minutos de tu tiempo y en silencio trata de escuchar lo que Dios te dice.
¡Que Dios te Bendiga!
Sulay
Ayunar, siempre lo he entendido, como el dejar de hacer, consumir, beber o sentir algo que me gusta, por amor a Dios. Con el ayuno manifiesto a Dios que lo quiero, que lo tengo presente en mi vida, que Él es mi norte, mi punto de referencia, mi orientación para saber qué es lo bueno y qué es lo malo.
En el marco de la Cuaresma, tradicionalmente, el ayuno se ha realizado dejando de consumir carne, por ser considerado un muy buen alimento, gustoso, apetitoso. Privarnos de comerla, es un sacrificio que se hace por Amor a Dios y por nuestro bien.
Ayunar debe ser entendido en el transcurso de nuestra vida como el decirle un NO rotundo a aquellas cosas o actividades y que me gustaría tener o hacer, pero que no me convienen y sacan de mí lo peor: aceptar malas propuestas, consumir cosas que le pueden hace daño a la integridad de mi persona, desmejorar el auto concepto que tenemos de nosotros mismos, problematizar mis relaciones conmigo mismo, con los demás y con Dios.
El Señor nos invita a hacer ayunos, a privarnos de cosas y compartirlas con los que no tienen –alimentos, ropa, medicamentos, habitación-, a ser solidarios, todo lo cual nos lleva a superar nuestros egoísmos y nuestros deseos de que todos y todo gire a mi alrededor en beneficio propio… Al principio es difícil desprendernos de lo que es nuestro para dárselos a otros, pero Dios nos da valor para ello si nace de nuestro corazón. Tanto centrarnos en nosotros mismos, tanta comodidad, tanta gana de quedarnos apoltronados y no gastar nuestras energías puede ser dañina, sacrificarnos un poco le ayuda a otros en sus necesidades y le hace mucho bien a nuestra alma.
¡Que Dios nos bendiga!
Ana Elsy
En principio, me gustaría mejor decirle aporte, ayuda, contribución, por que considero que de eso justamente se trata: de colaborar con algo a aquella persona que puede necesitar lo que yo puedo tener. Con respecto a las ayudas que hacemos o podríamos hacer, manejamos consideraciones, a mi modo de ver, equivocadas:
Una, siempre pensamos en la limosna o en las contribuciones que uno hace en el orden de dinero, creo que esta es una significación reducida de lo que por ella puede entenderse. La limosna, nuestras ayudas, pueden ser también de compañía, de escucha, de apoyo espiritual sobre todo al que nos la solicita.
Dos, También creemos que el que da limosna tiene en abundancia, y Jesús nos enseñó que más da el que comparte lo único que tiene que el que comparte de lo que le sobra.
Tres, Dar disminuye mis provisiones, El Espíritu de Dios me ha permitido ver que el que da, recibe en abundancia, que más alegría se tiene en dar que en recibir, que yo comparto con el necesitado y le presto a Dios, como dice el adagio popular. Que es mejor estar en condiciones del que tienen algo, por poco que sea, para dar, que el que está en condiciones de pedir tu ayuda.
Dado que para dar limosnas, no tenemos que esperar ser ricos, no nos privemos esta alegría de compartir: Sabemos de personas que en estos momentos pueden necesitar de nosotros, no nuestro dinero, sino nuestra compañía, nuestra conversación amena, también nuestros silencios o consejos que pueden darle luz en medio de sus situaciones difíciles.
¡Que Dios nos bendiga!
Ana Elsy
Hacer oración, compartir lo que tengo con el necesitado y privarme de hacer lo que deseo, nos prepara para la gran prueba que es la tentación, entendida como un examen, una prueba de nuestra fe, una prueba en la que se nos mide qué tanto somos de Dios o del mundo, qué tanto respondemos al llamado Divino o al llamado de lo meramente terrenal.
Frente a nosotros está el bien y el mal, en nuestro interior tenemos la capacidad de reconocer y de discernir cuándo algo es de Dios y cuando algo no lo es, por si fuera poco Dios nos pone personas que a veces son como ángeles, para mostrarnos el camino que debemos seguir o para indicarnos las cosas que nos pueden hacer perder.
Es muy importante saber esto, porque al día de hoy, el mundo nos pone en frente muchas cosas con la apariencia de buenas, nos pone en frente manjares y nos los presenta como muy deliciosos, sabe cómo seducirnos para que los consumamos y activa todos nuestros sentidos para crearnos hambre y sed en torno a ellos; al fin de cuentas, muchos de estos alimentos “sugeridos como buenos” nos pueden hacer mucho daño: el alcohol, la droga, el consumo excesivo de alimentos, toda la información que nos entra por los sentidos y que queremos inmediatamente consumir como ropa, música, etc. -cosas que tal vez no necesitamos, pero que nos crean la necesidad y el afán por conseguirlo-, los apegos que nos impide compartir una parte de nuestras posesiones, nuestros egoísmo, competencias malsanas… Somos débiles para compartir con el otro una parte de lo que Dios nos ha dado, somos débiles para ayudarle al otro a llevar su cruz, nos cuesta ser solidarios, tenemos muchos miedos, somos inseguros… y de todo eso se vale el tentador para hacernos caer.
El tentador se vale de nuestras debilidades, bien las conoce, de nuestras flaquezas para, justamente presentarnos en frente lo que nos hace débil y, si no estamos firmes en el Señor, nos hace caer. Pero, Jesús nos enseña que si no cedemos a la tentación, ella saca lo mejor de nosotros que es la verdad y todos sabemos que Dios es la verdad, así estaremos mejores preparados para cuando el tentador vuelva a aparecer.
Rechazar estos falsos manjares, nos cuesta, es difícil decirle un NO rotundo, renunciar a ellos, más aun si no tenemos nuestra amistad con Dios alimentada: Jesús nos enseñan que orar, ayunar y compartir son las claves que nos fortalecen para enfrentar con el valor que solo Dios nos da, a las tentaciones que nos pueda presentar el maligno, lo malo.
¡Que Dios te bendiga!
Ana Elsy
En nuestro encuentro del viernes hemos recibido a nuevos integrantes que esperamos, perseveren y permanezcan con nosotros durante mucho tiempo. Si tu quieres pertenecer a nuestra Pequeña Comunidad, aún es tiempo, solo debes escribirnos a verbumdeiudea@hotmail.com.
Pequeña Comunidad Misionera Verbum Dei
Universidad de Antioquia
Viernes 11 de marzo de 2011
1. Leamos en silencio el siguiente Evangelio según San Lucas 9,22-25.
Jesús Nazareno.
El Hijo del hombre, les dijo, debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día». Después dijo a todos: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?
Palabra del Señor. Gloria Ti, Señor Jesús.
2. Procedamos a leer el Evangelio en voz alta…
3. ¿Hay algún aspecto en particular del Evangelio que te llama la atención?
4. Reflexionemos en torno a estas preguntas:
a. ¿Por qué crees que Jesús nos pide “cargar la cruz”?,
b. ¿cómo entiendo y cómo puedo poner en práctica la “renuncia a sí mismo”?,
c. ¿Cuál es la oferta del mundo? ¿qué es aquello que podemos “ganar”? ¿qué es la vida?
5. Compromiso para la semana: reflexionemos a lo largo de la semana en aquellos aspectos que el mundo nos ofrece y que al final no nos dan felicidad ni calidad de vida, y en base a ello, tomemos las decisiones respectivas.
¡Que D.os te bendiga!
Dairon.
Oración, penitencia y ayuno. Tres orientaciones que la Iglesia nos regala para lograr la conversión, el cambio de aquello de nuestro ser que puede ser un defecto, pero que podemos cambiar en una virtud.
¿Cómo oramos?, ¿cuál es la actitud que se debe tener para orar?, cuando oramos ¿qué decimos o hacemos?.
La oración es aquella frase sencilla de agradecimiento, de adoración y de petición que salen de nuestro corazón y va dirigida a Dios; no necesita ser demasiado compleja o abundante en palabras, no necesita ser demasiado extensa, la oración, mientras más sencilla, mientras más clara sea, mejora mi comunicación con el Señor.
Nuestra actitud al momento de orar debe ser necesariamente de humildad, la misma humildad que experimenta un hijo cuando se dirige a los padres, aquellos que nos vieron nacer y nos dan lo necesario para que podamos vivir con calidad.
Cuando elegimos el momento de orar, definitivamente no puede ser cuando más cansados estemos, la oración debe hacerse con voluntad de ofrecerle a Dios un rato de conversación cálido.
Dios nos bendiga.
Ana Elsy
Para mí el signo visible de la Santa Ceniza representa la oportunidad de manifestar a la comunidad que he tomado la decisión de ser en y para Cristo, que pertenezco a él y que mi deseo, mi decisión, conscientemente tomada, es seguir a Jesús, seguir sus enseñanzas, no por obligación, sino por amor.
La Santa Ceniza, me significa la fragilidad humana y ésta, siendo una, presenta diferentes modalidades en cada uno de nosotros: se es débil cuando no cumplo con mis responsabilidades asumidas con mi familia, mis amigos, en mi estudio y en mi trabajo, se es débil cuando en el ejercicio de la voluntad hago cosas que atentan contra mi bienestar físico, mental o espiritual. Se es muy débil cuando alejo a Dios de mi vida, cuando no lo tengo en cuenta para mis decisiones.
Creo que este evento tan importante en la Iglesia nos llama a reconocer justamente estas fragilidades, a encararlas con el valor que nos da la cercanía de Jesucristo y a plantear propósitos de cambio…no hay nada malo en tener debilidades, Dios sabe que la condición humana es así, lo malo o lo que entristece a Dios es actuar en coherencia con lo que nos sugiere esta.
Gracias Señor Jesucristo por iluminar mis reflexiones, por darme el ánimo de sentarme a escribirlas y a compartirlas, esperando que sean de utilidad a otros. Gracias mi Señor Jesucristo por darme la posibilidad de compartir con otros la experiencia de tu maravillosa presencia en mi vida…qué sería de mí sin ti…
Gracias Santísima Madre de Dios por el regalo que nos has dado en el Señor.
Dios nos bendiga.
Ana Elsy.
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Aprovecho para recordar e informar a todos aquellos que estuvieron en la imposición de la ceniza en el museo universitario y que deseen pertenecer a nuestra pequeña comunidad, que el viernes 11 de marzo, tendremos un encuentro en el bloque 1, salón 457.
¡Anímense, los esperamos!
Luis Bernardo.
Cristo en el desierto.
En este enlcae, nuestro amigo Dairon ha hecho un artículo acerca de la historia y el significado del miércoles de ceniza y de la cuaresma, esperamos que lo disfruten y que estos cuarenta dias que se aproximan sean de mucho provecho para que todos tengamos un sincero arrepentimiento y un verdadero cambio de vida.
Recuerden es mejor vivir una vida de conversión que una llena de arrepentimiento.
¡Que Dios los bendiga!.
Alegoria de la Fe, Moretto da Brescia.
Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre.
Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la época de los higos.
Dirigiéndose a la higuera, le dijo: «Que nadie más coma de tus frutos». Y sus discípulos lo oyeron.
Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas, y prohibió que transportaran cargas por el Templo.
Y les enseñaba: «¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones».
Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba maravillado de su enseñanza.
Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se había secado de raíz.
Pedro, acordándose, dijo a Jesús: «Maestro, la higuera que has maldecido se ha secado».
Jesús le respondió: «Tengan fe en Dios.
Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: ‘Retírate de ahí y arrójate al mar’, sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá.
Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo conseguirán.
Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará también sus faltas».
Pero si no perdonan, tampoco el Padre que está en el cielo los perdonará a ustedes.
¿Eres un árbol que da fruto?
¿Hasta dónde llega tu fe?
¡Que Dios te bendiga!
Luis Bernardo.
Verbum Dei U de A 